Del catálogo de la cater:
Atraco a Kesslering
Emile Kesslering era propietario de una empresa pequeña de minería que había comprado algunos derechos mineros, de naturaleza dudosa, en el sistema Tohil. Pero sus esfuerzos mineros habían probado, hasta el momento, ser mayormente inútiles. Lo cual cambió cuando descubrió un pequeño depósito de eriesium en uno de los asteroides. Siendo su peso de solo un kilogramo, aproximadamente, esta cantidad minúscula, era el depósito de eriesium más grande jamás encontrado en todo el espacio de la UEE. Kesslering le contó a todo el mundo que quería escucharle, sobre el descubrimiento, y en poco tiempo, la noticia, se difundió por todo el Imperio.
En 2903-06-21 SET, cuando finalmente encontró un comprador, capaz de hacer frente a la immensa cantidad de dinero que pedía, Kesslering partió con el eriesium y un destacamento de seguridad. Mientras estaban en tráfico denso, una solitaria Caterpillar, salió del flujo de naves y se dirigió al transporte de Kesslering. Kesslering, que no pudo reconocer ninguna intención detrás de esto, se limitó a comunicarse de forma indiferente, con la nave que se aproximaba, en rumbo de colisión, hacia la suya.
La caterpillar embistió el transporte de Kesslering, usando los sensores frontales como ganchos para engancharse en su casco. La puerta de carga frontal se abrió, y los ladrones saltaron a la nave immobilizada, abriéndose paso hacia el interior. Mientras las torretas entablaban combate con el desconcertado destacamento de seguridad.
En cinco minutos, el destacamento de seguridad había sido destruido, el transporte de Kesslering asaltado con éxito, y el Eresium robado. El módulo de mando se separó de la caterpillar y los ladrones desaparecieron regresando hacia la ruta espacial, con sus cómplices esperando en sus cazas. Para cuando las autoridades llegaron, se encontraron con una imagen, que quedará para siempre fijada en la memoria colectiva. Una caterpillar de Drake, empotrada en el casco expuesto al vacío, de un transporte.
A pesar de una búsqueda exhaustiva por todos los sistemas, las autoridades nunca llegaron a poder identificar, quien estaba detrás del atraco. El eresium de valor incalculable y los ladrones, se habían ido.
Sucedió en tan solo, el año 2903, y ya había sido el crimen del siglo.