HISTORIA DEL DESARROLLO
Las doctrinas modernas de la guerra espacial naval le deben mucho a la agresiva expansión militar que el Imperio Unido de la Tierra llevó a cabo en el siglo XXVIII. Tras librar dos guerras contra los tevarin, la función oficial de las fuerzas militares de la UEE fue mantener la paz durante los programas de expansión colonial y servir como herramienta «de último recurso» para efectuar aplicaciones de fuerza abrumadora, pero también se encargaban de suprimir cualquier posible disidencia. La UEE utilizó la amenaza de una guerra abierta con el Imperio Xi'an para centrar sus recursos en proyectos de modernización e innovación tecnológica destinados a prepararse para un conflicto abierto contra un adversario con un potencial bélico equivalente o (como la mayoría de estrategas creían en secreto) superior. La mayor parte de este empeño requería definir un orden de batalla más complejo; donde un único portanaves o escuadrón de destructores había podido hasta ahora operar con impunidad, ahora hacía falta diversificar las cadenas de suministros de la flota, así como sus estructuras de mando y control y de defensa inmediata, para que no estuvieran todas concentradas en una misma unidad de combate.
Este último requisito fue lo que dio impulso al desarrollo de la Hammerhead, En marzo de 2765, el Mando Supremo presentó una solicitud de propuesta (SDP) en la que pedía una plataforma especializada en la lucha anticazas que fuera tan capaz de servir como un elemento crucial de la pantalla de defensa de una flota como ser una nave de patrulla de bajo coste que sustituyera a la anticuada clase Guine (que a su vez era originalmente una nave de reabastecimiento cuyo diseño había sido reconvertido apresuradamente para adaptarlo a la recién necesaria función de nave de defensa de la flota). Se encargó a Aegis Dynamics el desarrollo de esta nueva nave de guerra, para entonces identificada como PROYECTO MONITOR, y las fases preliminares del proyecto empezaron en noviembre de ese mismo año. La fase de desarrollo estructural duró dieciocho meses, seguida de tres años de construcción del primero de seis prototipos de pruebas.
Estos primeros prototipos, designados MJX-1 a 6, sufrieron las dificultades iniciales típicas de los nuevos diseños de naves espaciales construidas para una función especializada. La MJX-1 fue retirada prematuramente debido a problemas con su impulsor cuántico que requirieron aplicar una revisión conceptual importante. La MJX-2 tuvo serios fallos con sus generadores de escudos, y la MJX-4 se perdió con toda su tripulación durante un vuelo de prueba (un comité de revisión acabó clasificando oficialmente el incidente como un error de la tripulación). Tanto la MJX-5 como la MJX-6 fueron reconvertidas para el servicio activo y entregadas a la Armada (aunque ambas fueron asignadas a unidades de reserva y nunca llegaron a entrar en combate, y acabaron siendo desguazadas cuando los modelos del Tipo IIA empezaron a entrar en servicio en 2854). La MJX-3 ha sobrevivido hasta el día de hoy y está almacenada actualmente en una de las instalaciones de Aegis a la espera de recibir una inminente restauración antes de ser trasladada a un museo.
A pesar de estos fracasos, el resultado del programa de prototipos fue una nueva nave espacial sumamente satisfactoria. Aegis había construido una nave de guerra rápida y provista de la maniobrabilidad necesaria para brindar un apoyo defensivo adecuado a una fuerza operativa, y a un coste lo suficientemente bajo para poder ser construida en grandes cantidades. El elemento clave de la Hammerhead era (y sigue siendo) sus torretas: la característica silueta de la nave se debía a la necesidad de proporcionar la máxima cobertura posible a su armamento anticazas, otorgando a la nave la capacidad de «saturar el área» con disparos láser durante enfrentamientos navales a gran escala.
En el siglo y medio que ha transcurrido desde la concepción de la Hammerhead, su diseño ha recibido cuatro revisiones importantes y se mantuvo en servicio incluso después de la caída de los Messer. Se han producido innumerables variantes personalizadas para una amplia variedad de propósitos. El modelo del Tipo II, que sustituyó un emplazamiento de radar por una torreta adicional y rediseñó la disposición interna de la cubierta como respuesta a los informes de disponibilidad operacional proporcionados por las dotaciones de artillería en servicio activo, fue adoptado en 2817, aunque con la primera oleada de naves del Tipo II se descubrió que éstas poseían un punto ciego que sería eliminado posteriormente en el modelo del Tipo IIA. Los modelos del Tipo III, que consistían principalmente en una modernización generalizada de la nave para poder utilizar las innovaciones de las superficies de mando y control modernas, sustituyeron a partir de 2915 a todas las naves existentes de modelos anteriores. El Tipo IV es la versión actual, que incorpora múltiples torretas adicionales de control remoto y aparatos para aumentar la modularidad de la nave; en el momento de publicar este artículo, el 85% de las Hammerhead utilizadas por la Armada son del Tipo IV, y la mayoría de las naves del Tipo III han sido retiradas a unidades de reserva o de defensa interna.